1)La realidad aumentada
Según Forbes, 2020 será el año en el que ya no será necesario ver, tocar o probar un producto en persona para tener la confianza necesaria para comprar. Y todo ello gracias a la realidad aumentada.
La idea es que los compradores puedan hacerse una idea más realista del producto antes de comprarlo, y de esta manera sus expectativas no se vean defraudadas. Y es que este es uno de los grandes problemas del sector retail: se calcula que el 25% de los productos comprados online acaban por devolverse.
Además, la tecnología de realidad aumentada también está mejorando, ya que empresas como Microsoft ya están lanzando dispositivos de segunda generación que permitirán una experiencia más inmersiva.
2) Los envíos ultrarrápidos
Los consumidores de hoy en día lo quieren todo, y lo quieren todo ya. Gracias a Amazon Prime, los compradores online ya no están dispuestos a esperar más de uno o dos días para recibir sus productos. De hecho, los estudios muestran que el 88 % de los consumidores están dispuestos a pagar por entregas en el mismo día o incluso más rápidas.
Los plazos de envío se están acelerando tanto, que resulta difícil prever hasta dónde podemos llegar. La última novedad, Amazon Prime Air, promete entregar los productos en 30 minutos o menos.
Las preferencias de los clientes están muy claras, pero la duda es si los pequeños comercios podrán mantenerse a la altura de gigantes como Amazon. La buena noticia para ellos es que ya están apareciendo empresas externas de logística que permiten que empresas de todos los tamaños puedan ofrecer envíos ultrarrápidos.
3) La facilidad y la personalización
Los consumidores de hoy en día no solo quieren recibir sus productos rápidamente, sino también poder consultar toda la información sobre ellos en un mismo lugar: precios, estilos, fechas de entrega, recomendaciones de productos relacionados…
Para hacer que esto sea posible, la inteligencia artificial juega un papel fundamental en el sector retail digital. Los consumidores nos dejan continuamente pistas sobre qué les gusta y cuánto estarían dispuestos a pagar por ello, y los comerciantes más espabilados son capaces de recopilar esta información a partir de diferentes fuentes y procesarla usando tecnologías de aprendizaje automático para facilitar y personalizar la experiencia de compra.
La moraleja para los directores de marketing y responsables de marca es que es fundamental invertir ya en plataformas de analítica avanzadas que puedan aprovechar el poder del aprendizaje automático y la inteligencia artificial. De esta manera, podrán conocer mucho mejor a sus clientes y ofrecerles las ofertas adecuadas, en el canal apropiado y justo en el momento perfecto.
4) El social shopping
Una de las principales direcciones a las que se encamina la transformación digital es la de ofrecer una experiencia sin interrupciones, gracias a tecnologías como la búsqueda de imágenes y el social shopping. Por ejemplo, los usuarios quieren ser capaces de hacer una foto a un vestido que han visto en la calle y poder comprarlo directamente desde sus teléfonos móviles.
Las plataformas pioneras del social shopping hasta ahora han sido Instagram y Pinterest, pero cada vez aparecen más oportunidades de integrar el social shopping para retailers tanto online como offline. Para los consumidores de 2020, comprar estará siempre a tan solo un clic de distancia.
Una vuelta de tuerca muy interesante de esta tendencia es la combinación de social shopping e inteligencia artificial. Por ejemplo, podremos hacer una foto a una combinación de prendas y hacer que el sistema nos recomiende accesorios listos para comprar, quizás incluso teniendo en cuenta las cosas que ya tenemos en el armario. Sin duda, hay un montón de posibilidades interesantes por explorar.
5) La combinación de realidad y realidad virtual
Según las predicciones de Forbes, el futuro va aún más allá de la realidad aumentada. Durante el próximo año, veremos una combinación cada vez más confusa de elementos reales, virtuales y digitales, en lo que se conoce como la web 3.0.
Los probadores virtuales son una idea obvia para el sector retail, pero esta tendencia va mucho más allá. Los usuarios podrán vivir en primera persona los anuncios de sus marcas favoritas, probarse las prendas de ropa que prefieran y coordinar diferentes experiencias virtuales. Por ejemplo, una futura novia podrá probarse diferentes vestidos y recorrer con ellos la ubicación donde se celebrará la boda. Incluso podremos ver experiencias virtuales de pago que se conviertan en otra fuente de ingresos para los ecommerce.